Pez del orden de los anabantidos, peces que respiran aire, perteneciente a la familia Belontiidae. Su habitad original son los arrozales de Tailandia, lugares de aguas con poco oxígeno, mucha materia vegetal y sin corrientes de agua.
El Betta splendens es un pez alargado de costados aplastados, con la aleta caudal casi circular, las aletas abdominales en forma de sable, la dorsal, comienza a partir de la mitad posterior del dorso. En la naturaleza, el color es generalmente marrón rojizo, con iridiscencias verde azuladas y puntos de colores rojo, verde o azul en hileras. Especies reproducidas suelen tener colores azules, rojos o un mezcla de ambos, aunque actualmente se pueden encontrar en una infinidad de colores y tonos.
Idealmente necesitan un acuario de 60 cm. aunque son capaces de conformarse con mucho menos. El acuario deberá ser decorado de plantas y no tiene especial preferencia por el tipo de fondo (en su habitad es barro). Gusta de las plantas flotantes, para atenuarle la luz. El pH ideal será ligeramente ácido (6.8), temperatura ideal de 25.5º y el agua blanda. No necesita un alto contenido de oxígeno, ya que es capaz de respirar aire, gracias a un órgano llamado laberinto.
Los machos son mucho más coloridos y espectacualres que las hembras ademas son muy agresivos con otros machos de su género, por lo que deben mantenerse solo uno por acuario. Las hembras son, usualmente, pacíficas y pueden mantenerse varias juntas en el acuario.
Los Betta son carnívoros, en su hábitat su principal ingesta está compuesta por larvas de mosquito. Puede dárseles lombrices rojas de jardín pequeñas, tubifex, artemia, etc… Otra opción es la de darles carne finamente picada. El Betta tiene dientes, por lo que no tendrá problemas. Se pueden mantener sin problemas con alimentos secos, aunque una alimentacion variada mejorara su salud y su colorido.
Si queremos iniciar una cria en nuestro acuario tendremos de preparar un acuario de 40 litros, esterilizado con una solución fuertemente salina, o sulfato de cobre. El acuario de cría deberá estar provisto por una tapa que cubra la totalidad del acuario. El fondo ideal será liso, para que el macho pueda encontrar fácilmente los huevos. Plantar densamente en las dos esquinas posteriores con Cabomba caroliniana y/o Limnophila. Las pequeñas hojas de estas plantas, además de proporcionar escondites a la hembra, son apropiadas para que el macho pueda construir el nido.
El pH deberá ser de 6,8 y la dureza de hasta 8 dH. La temperatura ideal es de 26,5° C, pero es posible tener éxito entre 26 y 29° C. Filtración y aireación poco potentes, con superficie sin agitación, pues el agua de origen de estos peces carece de movimiento fuerte. Lo ideal es airear y/o filtrar de modo intermitente: dos horas encendido, y cuatro horas apagado. La altura del agua sera de unos doce centímetros.
Se selecciona un macho sano y una hembra que tenga su vientre redondeado, lo que indica la presencia de huevos en su interior. Se los coloca en un acuario dividido por un cristal, donde Si la pareja se acepta, el macho comenzará a fabricar el nido de burbujas. En el momento en que el macho extiende sus aletas hay que retirar el vidrio divisorio. En ese momento el macho dividirá su atención entre la hembra y la construcción del nido. Finalmente, abrazará a la hembra rodeándola para que expulse los huevos que, a medida que vayan saliendo, irá fecundando. Cada huevo será buscado por el padre y depositado (con su boca) en la base del nido. La hembra puede poner varias decenas de huevos el el transcurso de unas dos o tres horas. Finalmente la hembra debe ser retirada a un acuario pequeño, fuera del alcance del macho.
Los huevos eclosionan en unas 48 horas, pero los alevines no dejarán el nido hasta que hayan absorbido el saco vitelino, unos tres o cuatro días. Después, nadaran cerca de la superficie. Si cayeran, el macho se ocupará de llevarlos hacia arriba. A las dos semanas, aproximadamente, los alevines comenzarán a desarrollar el órgano de respiración accesorio. Esto les lleva unos cinco días y es el período más crítico. Si existen corrientes de aire fría sobre la superficie del agua, las crías morirán indefectiblemente, el aire que esta en contacto con el agua debe tener la misma temperatura. Al mes se aumenta el nivel de agua lentamente, a razón de un centímetro por día. A los tres meses se separarán los machos para evitar peleas.
En el momento en que nadan libremente, no antes, es necesario darles infusorios o artemia recién nacida. Una vez que hayan cumplido dos semanas puede intentarse con carne picada muy fina o hígado de pollo.